El tango es un género musical y baile rioplatense, popular en el ámbito urbano de Argentina y Uruguay. Su forma musical es binaria (tema y estribillo) y tiene compás de dos por cuatro. A nivel musical, el tango suele ser interpretado por una orquesta típica o sexteto con instrumentos como el bandoneón, el piano, el violín, la guitarra y el contrabajo. En cuanto a las letras, suelen basarse en el lunfardo (la jerga rioplatense) y expresar desamores o reclamos políticos.
Carlos Gardel fue un cantante y actor de cine naturalizado argentino, considerado el más importante tanguero de la primera mitad del siglo XX. Según algunos investigadores nació en Toulouse, Francia, el 11 de diciembre de 1890, y, según otros, nació en Tacuarembó, Uruguay, el 11 de diciembre de 1887. Falleció el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, en un accidente aéreo. La voz de Gardel ha sido declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Existe una controversia sobre si su lugar de nacimiento fue Toulouse (Francia) o Tacuarembó (Uruguay). Creció en la Argentina y se nacionalizó en este país en 1923 y murió, en un accidente aéreo durante una gira, en Medellín (Colombia).
Volvió una noche, no la esperaba
Había en su rostro tanta ansiedad
Que tuve pena de recordarle
Su felonía y su crueldad
Me dijo humilde: Si me perdonas
El tiempo viejo otra vez vendrá
La primavera de nuestras vidas
Veras que todo, nos sonreirá
Mentira mentira, yo quise decirle
Las horas que pasan ya no vuelven más
Y así mi cariño, al tuyo enlazado
Es solo un fantasma del viejo pasado
Que ya no se puede resucitar
Callé mi amargura y tuve piedad
Sus ojos azules muy grandes se abrieron
Mi pena inaudita pronto comprendieron
Y con una mueca de mujer vencida
Me dijo: Es la vida, y no la vi más
Volvió esa noche, nunca la olvido
Con la mirada triste y sin luz
Y tuve miedo de aquel espectro
Que fue locura en mi juventud
Se fue en silencio, sin un reproche
Busqué un espejo y me quise mirar
Había en mi frente tantos inviernos
Que también ella tuvo piedad
Mentira mentira, yo quise decirle
Las horas que pasan ya no vuelven más
Y así mi cariño, al tuyo enlazado
Es solo un fantasma del viejo pasado
Que ya no se puede resucitar
Callé mi amargura y tuve piedad
Sus ojos azules muy grandes se abrieron
Mi pena inaudita pronto comprendieron
Y con una mueca de mujer vencida
Me dijo: Es la vida, y no la vi más