La música en Brasil se ha desarrolado en dos frentes diferenciados, por una parte, la tradición escrita, de origen europeo, también llamada “erudita” o de “concierto”, y la tradición no escrita, combinación de las músicas europeas, indígenas y africanas, correspondiendo a las múltiples formas de la música popular. Ambas presentan personalidad propia, y en algunos momentos se entrelazan. En Brasil esos encuentros entre lo popular y lo erudito tienen, sin embargo, una importancia específica, ya que en ellos se encuentra, sin duda, la marca genuina de la producción musical brasileña.
Fui à praia, e vi nos limos
A nossa vida enredada,
Ó meu amor, se fugirmos,
Ninguém saberá de nada!
Na esquina de cada rua,
Uma sombra nos espreita.
E nos olhares se insinua,
De repente, uma suspeita.
Fui ao campo, e vi os ramos
Decepados e torcidos.
Ó meu amor, se ficamos,
Pobres dos nossos sentidos!
Em tudo vejo fronteiras,
Fronteiras ao nosso amor.
Longe daqui, onde queiras,
A vida será maior!
Nem as esperanças do céu
Me conseguem demover.
Este amor é teu e meu,
Só na Terra o queremos ter.