En un rincón del cielo hay luz
Un jardín que canta en quietud
Cada flor fue un alma al nacer
Raíces de amor, memoria y fe
Gladiolo, erguido sin temor
Firme en su lucha, fiel protector
Y Jacinto, en dulce constancia
Dejó su aroma en la esperanza
Son flores del alma, jardín maternal
Sus vidas tejieron un lazo inmortal
Diez voces que brotan del mismo corazón
Cuatro en el cielo, seis con su canción
La Violeta, pequeña en su candor
Brisa que guarda puro su amor
Y la Magnolia, nobleza y luz serena
Su esencia brilla aunque el tiempo muera
Junto a la casa, bajo el portal
La Orquídea danza con gracia sin igual
La Rosa, pasión de pétalos fiel
Ternura en suspiros, fuerza en su piel
Y él, el Pensamiento, memoria y razón
Habita en el alma como oración
La Margarita, risa y claridad
Luz que perfuma cada verdad
Con el Lirio, misterio, renacer
Pureza que vibra al florecer
Y la Azucena, canto angelical
Brilla su espíritu maternal
Son flores del alma, jardín maternal
Sus vidas tejieron un lazo inmortal
Diez voces que brotan del mismo corazón
Cuatro en el cielo, seis con su canción
En la entrada de su alma, quedó escrito el amor
Un ramillete eterno, que no se marchitó
Una madre sembrando con fe y devoción
Y su jardín floreciendo en cada rincón