La mujer bella
No es eroticamente estimable
Ni una campeona de lo que se ha llamado Esparcimiento nalgatorio, ¿no?
Y las que si lo son, no son bellas
La mujer de gran belleza, no es
Como diría Ricardo Palma
No es colchonable
La vi pasar divina y razonable
De esas que no son colchonables
Camina lento, rompe la noche
Habla con borges y baila el derroche
Esa chica no es colchonable
Ni objeto ni negociable
Su cuerpo es verso increbrantable
Su mente es fuego incontrolable
Tiene casi cierta ironía
Mezcla de Freud con geometría
No busca santos ni predicadores
Prefiere poetas y pecadores (ey)
Dicen los sabios del barrio
Que el arte del esparcimiento nalgatorio
No se enseña en ningún seminario
Es puro instinto, laboratorio sensorial
Pericia copulatoria, materia irregular
Se estudia en cama y se evalúa al despertar
Esa chica no es colchonable
Ni dócil ni programable
Tiene fuego pero clase
Te mira y ya no hay escape
Eh, eh, eh
No hay relación directa mi hermano
Entre belleza y temblor humano
La perfección no suda ni tiembla
Solo observa como el deseo se contorsiona
No es modelo, es manifiesto
Su piel escribe el texto
Cuando camina el tiempo baja el volumen
Y tú te quedas colgado del perfume
Esa chica no es colchonable
Ni fácil ni comparable
Tiene un máster en misterio
Y un doctorado en lo innalcanzable
Eh, eh, eh
Nonono
La mujer bella, realmente bella
No siempre baila al compás del deseo
El placer tiene sus paradojas
Y el alma sus espejos rotos
Mm, mm, mm