Silenciosos, pero eternos
Los bosques guardan el calor
Respiran vida en sus ramas
Y nos protegen sin alzar la voz
Regulan cielos y lluvias
Calman la furia del Sol
Son abrigo de miles de almas
Que no conocen reloj
Son el alma del planeta
El pulmón de nuestro andar
Y si el bosque se derrumba
¿Quién nos va a respirar?
Cuidemos ese escudo sagrado
Que da equilibrio y protección
Porque sin bosque no hay vida
Ni futuro, ni canción