Ella pasaba diario frente a mi ventana
Con su mochila llena y el alma temprana
Yo solo la miraba, sin decir palabra
Fingiendo ser de piedra, con la voz guardada
Tenía los ojos tristes, pero llenos de cielo
Y en cada paso suyo, mi mundo iba en duelo
Nunca le hablé, nunca supe cómo
Y ahora me ahogo en este lodo
Porque un día la vi en el periódico
Entre rosas, llanto y pánico
Decía que un choque la apagó
Y mi alma se me quebró
No le dije te quiero, ni siquiera hola
Y ahora todo en mí se desploma
¿De qué sirvió tanto silencio
Si su adiós me cayó como incendio?
En la esquina suena un violín
Y siento que canta por mí
Ese lamento que va en el viento
Lleva mi culpa y mi tormento
Si hay cielo, que me la cuide
Que allá sepa lo que no dije
Que fue mi amor desde lejos
Mi condena, mi espejo y mi origen
Hoy escribo esta canción temblando
Como un niño que sigue esperando
Una respuesta que no llega
Una mirada que no regresa
Ella ya duerme en tierra callada
Y yo despierto en madrugada
Pensando en cada segundo
Que perdí por no decir nada
Ella no supo que la amaba
Y yo no supe cómo hablarle
Y ahora solo quedan guitarras
Que lloran lo que no pude cantarle
Porque el que ama y calla por miedo
Se condena en su propio infierno
Yo la amé sin testigos
Y hoy le canto entre los vivos